Bogotá – COLOMBIA (12 agosto 2017)
Antes de llegar a la capital del país me detuve una noche en Villa de Leyva, pues me lo había recomendado Aranza, una chica mexicana que conocí en el hostel de Barichara. Me alojé en otro hostel con un trato personal exquisito pues sus dueños son también viajeros, recorrieron toda Sudamérica en motocarro durante casi 3 años, así que saben bien lo que el viajero necesita al llegar a una casa. Por la noche, en uno de los bares del pueblo, conocí a una pareja bastante divertida que me ofreció su lujosa casa para alojarme allí al día siguiente, a lo que acepté, pero a la mañana no puede contactar a tiempo con ellos y cuando por fin pudieron contestarme ya estaba cerca de Bogotá, por lo que pospusimos la invitación para otra ocasión.
Ya en Bogotá me alojo en el único hostel que he encontrado que tiene sitio para guardar la moto, pero está algo lejos del centro histórico, así que ha tocado andar mucho porque además de que el tráfico es bastante caótico, en las ciudades prefiero caminar para así plasmarme del ambiente..
En el hostel he conocido a Max, un alemán que acaba de llegar a Colombia y pasará por aquí 5 semanas. En seguida hemos hecho buenas migas y ya el primer día nos fuimos a tomar unas cervecitas por la zona T, la zona nocturna de moda de la ciudad, que para éso es sábado, acabando ambos en una cantina mexicana, donde los precios de las chelas eran más baratos.
También he vuelto a contactar con Aranza; nos conocimos en el hostel en Barichara y está ahora por la ciudad, así que salimos los 3, Max, Aranza y yo a turistear por la ciudad. Es domingo … me encantan los domingo en América Latina; la gente sale a la calle a caminar y a disfrutar del día, con mercadillos por todos lados, incluso se cortan las calles del centro para que se pueda pasear tranquilamente sin el ruido ensordecedor del tráfico.
Los tres subimos al Santuario de Monserrate con sus infinitas escaleras y después un largo paseo por el barrio de la Candelaria, conocimos a una pareja de colombianos con los que acabamos en un bar rockero, bueno sólo ella porque el hombre se quedó dormido en un garito previo y tras discutir con la chica,se fue a casa. El dueño del bar tiene orígenes españoles y además iba vestido con unos pantalones de camuflaje de nieve y una camiseta negra, la misma indumentaria que llevaba yo, así que en seguida conectamos y empezó a poner buenos temas del rock español ochentero: Obús, Barón Rojo, entre otros … je, como en casa!
