ROSWELL, donde encontraron el OVNI hace más de 50 años – 8 dic 2016

A pesar de que el día amanece muy muy frío, con temperaturas bajo cero, con fuerte viento y está comenzando a nevar, mi ánimo está a tope pues ayer conseguimos el neumático en un tiempo record.

Llamo a Noé y rápidamente  nos encontramos en el taller de su amigo pues ha dado el día libre a sus empleados debido al frío. Desmonto la rueda trasera en la calle (ya que la moto no cabe por la puerta del taller) y ahora hay que’ desllantar’ el neumático, cosa que no conseguimos y nos desplazamos hasta un taller de coches donde nos ayudan con el asunto. De vuelta al taller donde está la moto, conseguimos montarlo, no sin algunos problemas (gracias, Mateo, Martín y José por la ayuda desde España), pero son las 2 de la tarde y me quedan 400 kms hasta Roswell, donde me espera Karen, que me ofrece su casa para alojarme durante un par de días.

A pesar de que Noé me desaconseja viajar hoy, pues el paso de las Guadalupe Mountains estará muy ‘feo,’ pudiendo haber ‘hielo negro’ en la carretera, me despido afectuosamente de mi nuevo amigo y salgo rápidamente pues a las 5 ya se hace de noche.

El paso de la montañas ha sido muy duro: niebla, nieve, frio, manos congeladas, viento lateral, mucho tráfico … pero finalmente he conseguido llegar a la casa de Karen, donde tiene una reconfortante chimenea, además de 4 gatos, 2 patos, 2 llamas, 5 cabras y unas cuantas gallinas. También tiene una Honda Pacific y una Deuville que utiliza a diario para ir a trabajar y con las que también viaja por todo el país.

Finalmente decido quedarme otro día más en Roswell, ya que las previsiones del tiempo son bastante malas, que he aprovechado para visitar el museo de arte (gratuito), el centro de visitantes (gratis) y la biblioteca (‘de gorra’, por supuesto). También he ayudado a Karen a dar de comer a los animales y rematamos el día con una divertida charla sobre viajes, rutas y anécdotas al lado de la chimenea y en compañía de sus gatos.