23 y 24 de Julio. OMSK y NOVISIBIRSK
Cruzo la frontera a Rusia sin problemas, en apenas 45 minutos, todo resuelto. En la parte Kazaja me han vuelto a preguntar por la ‘pistolet’. Y en la rusa, de nuevo doble mirada inquisidora, pero esta vez es distinto, ya que con unos bonitos ojos grises, la cosa cambia, je.
Diluvio universal en la entrada a OMSK y me encuentro en el hotel con otros motoristas rusos que vienen de Vladivostok. Quedamos para cenar y ya se sabe, cena con rusos es sinónimo de botellas de vodka, un día es un día, que para eso es sábado.
Mañana resacosa y emprendo ruta hacia Novosibirsk, pero me entretuve demasiado en OMSK: buscando cambiar moneda Kazaja y charlando con un pareja que reconocieron la matrícula y hablaban castellano, así que paré en un motel de carretera con la habitación … bueno con el cuartucho, algo pequeño. Pero suficiente para descansar y retomar fuerzas.