Tierra del Fuego – ARGENTINA (23 dic 2017)

Ushuaia a la vista, 1.000 kms y un par de fronteras nos separa de nuestro objetivo del viaje, así que decidimos avanzar lo máximo posible para pasar Nochebuena en la ciudad más austral del planeta.

Nos levantamos a las 5.30, pero por muy temprano que nos levantemos, siempre se nos van casi dos horas en prepararnos, así que a eso de las 7.00 estábamos rodando. Hoy no ha hecho falta ponerle las pinzas a la africota para que arranque ya que la tarde de antes, revisé la batería y resulta que le faltaba líquido. Como no pude encontrar agua destilada, me recomendaron echarle agua hervida y hoy ha arrancado al primer intento.

Los primeros 450kms los hicimos sin mucha dificultad, plantándonos en Río Gallegos a a las 13.30 horas, donde nos esperaba ‘el Gato’ que nos alojamiento preparado, pero como aún era temprano, decidimos ‘tirar millas’. En la frontera chilena hicimos los trámites rápidos pero al revisarnos nos descubrieron una morcilla y un chorizo, nos lo querían requisar para incinerarlo inmediatamente, por suerte, a un guardia se le escapó que podíamos cocerlos para que así estuvieran libres de ‘gérmenes contaminantes’, y así lo hicimos, sacamos los ‘arreos de cocina’ y allí mismo los cocimos para que los guardias nos dejaran continuar con nuestra ‘mercancía’.

El viento ya se vuelve más y más fuerte, pegando de costado, como es normal en la Patagonia, obligándonos a rodar a casi 45º de inclinación, desgastándonos física y psicológicamente, pues el tráfico también era intenso por la cercanía de las fechas navideñas.

Tras cruzar el Estrecho de Magallanes en ferry para entrar a la isla de Tierra del Fuego, con unas olas considerables, hicimos otros 180 kms hasta la frontera con Argentina, pero se está haciendo de noche y el frío arrecia cuando el sol se esconde, además del cansancio acumulado, por lo que decidimos quedarnos en el único hostal que hay en los alrededores, regentado por un catalán, y cuyos principales clientes son unos trabajadores de una refinería cercana que estaban haciendo un asado al que inmediatamente nos invitaron a unirnos, el cuál nos supo a gloria pues apenas habíamos comido nada en todo el día.

Final feliz de una buena jornada pues hemos avanzado 700 kms, cruzando frontera, con ferry de por medio y viento patagónico, así que mañana, si todo va bien, llegaremos a … USHUAIA!!!