30 de Junio. Entrada Rusia y MOSCU
Tras cruzar la frontera y entrar en Rusia, me invade una sensación de que tengo todo un mundo por descubrir. La carretera principal es una recta infinita de kms y kms bordeada por árboles altísimos. En cada cruce hay una parada de bus con su correspondiente paso de cebra y WC, todos los cruces parecen iguales, perfectamente cuadriculados. Eso sí, en cuanto te sales de la vía principal, la carretera se convierte en un parcheado de asfalto, tierra y piedras.
A 100 kms de Moscú ya te das cuenta de lo grande que puede ser la ciudad por la cantidad de tráfico que hay, pero todos los coches te saludan y se apartan para que pases, y si hablamos de motoristas …, uff, todos saludan, pero no el saludo típico con desdén, sino un saludo que se observa sincero, y es que el ambiente de la moto en Moscú es especial. Mucha camaradería y si te ven parado o dubitativo, se paran para preguntarte si necesitas algo.
La ciudad impresiona, pero a pesar de su denso tráfico y atascos, considero que está bien organizada y llego a mi destino, el Night Train Hotel, sin demorarme demasiado, apenas un par de horas, je. Había contactado con el dueño varias semanas antes a través de otro amigo que ya se alojó allí y me habló maravillas, y solo puedo corroborarlo. Esperé al dueño en Honkey Tonky tomándome una cervecita y con música en directo.
El Honky Tonky y el Night Train Salon (al lado del hotel) es donde se congregan muchos motoristas de Moscú y el garito estaba a reventar, y como yo estaba ocupando una mesa entera, un grupillo me preguntan si pueden sentarse al lado. Por supuesto y al momento ya estábamos hablando de motos y me comentan que ese fin de semana hay un festival de Rock y Biker cerca …. Ummmm, se me enciende la bombilla!, pero esa es otra historia.
Después de cenar, Dmitry (el dueño) me lleva a visitar la ciudad por la noche, sin el agobio y la calor del día, Moscú brilla increíble.
Por la mañana, visita de rigor a la Plaza Roja y sin pensármelo mucho, tiro millas hacia el Festival.
Por cierto, poner la tele de fondo con un canal ruso de música y de repente escuchar a ‘Los del Río’, no tiene precio!!