
Guatapé – COLOMBIA (22 agosto 2017)
Me levanto con la sorpresa de que me han vuelto a clonar la tarjeta y me han sacado 340 € de la cuenta; además, lo han intentado varias veces más, pero por ‘suerte’ no había más saldo.
Toca cancelar tarjeta, contactar con el banco y hacer la denuncia … ¿dónde?, bueno, ya veremos como lo soluciono, no hay que estresarse. Así que decido dejar Medellín y dirigirme a Guatapé, el pueblo de los zócalos, pues todas sus casas están decoradas con diversos motivos, según el origen de cada familia, y fachadas muy coloridas; caminando por sus tranquilas calles, el problema monetario pasa a un segundo plano.
En pueblo se sitúa junto al embalse del Peñol, y bajo el pantano se encuentra sumergido el pueblo con el mismo nombre, pero han construido una réplica de su iglesia y de sus casas en una colina cercana desde donde se puede ver la cruz de la torre que emerge entre las aguas.
Pero el mayor atractivo turístico de la zona es el Peñón de Guatapé, una enorme roca situada en medio de la llanura cuyo origen no está muy claro pudiendo acceder a su cima si subes los más de 750 escalones, parándome a descansar en alguna que otra ocasión para recuperar el aliento, pero se olvida rápidamente una vez que estás arriba del todo pues las vistas de las tierras que el embalse inundó son impresionantes.
Caminando por las calles del pueblo y ensimismado en mis pensamientos escucho “Juanka, Juanka, …” Al principio no miraba porque pensaba que no iba conmigo, pero resulta que era una familia que conocí una semana antes en Medellín y habían venido también hasta el mismo pueblito, … en fin, ya lo he dicho en varias ocasiones … el mundo no es tan grande.