Río Sucio – Cali – Ipiales COLOMBIA (3 sept 2017)
Tras unos días en Medellín casi desconectado de la moto, he de retornar a la carretera, pues tengo que estar en Quito (Ecuador) en apenas cinco días para coger un vuelo a Cuba, así que la salida de Colombia será sin hacer mucho turismo, solo kms.
La primera parada es en Riosucio, en la casa de Antonio y Gladis, el padre de mi amigo Juanjo, donde ya estuve hace un par de semanas. Noche de asado con la familia, tortilla de papas, recoger parte del equipaje que me dejé y tras el desayuno, una cálida despedida. Nos veremos pronto, familia.
Siguiente etapa, Cali, donde me estaba esperando Frank, el cual pertenece al grupo de apoyo al motoviajero, M.A.I., que tanto me ha ayudado en mi ruta por Colombia. Tras visita obligada al Cristo Rey desde donde se divisa toda la ciudad de Cali, una rica cena compartiendo sueños y viajes: Me cuentan que en breve emprenderán un viaje de un año con toda la familia (esposa, 2 hijos y el perro) en una motoneta (tuc tuc) por toda sudamérica … wow, el que no viaja es porque no quiere!
Mi última etapa en Colombia la pasé en Ipiales, cerca de la frontera con Ecuador, concretamente en Córdoba en casa de Rossy y Juli, otra motoposada de la red M.A.I. Pareja encantadora que se desvive por el viajero, estando pendiente de mí en cada momento. Magnífica la ruta Off Road hasta el santuario de Las Lajas, la cual puede contemplar tanto al atardecer como de noche con su imponente iluminación.
Ese día era el cumpleaños de Juli, así que no podía faltar la tarta con las velas y la bebida típica de la motoposada, cuyo nombre no recuerdo, pero sí de que estaba muy rica, lo que propició que tras el karaoke en casa, la noche se alargara más de la cuenta con unos tragos de ron, pero la ocasión merecía la pena.
Al día siguiente, y con algo de resaca, me encuentro que la rueda delantera está frenada (posiblemente de la ruta nocturna de offroad de regreso de Las Lajas) y había que cruzar frontera a Ecuador y luego hacer 300 kms hasta Quito, por lo que era un inconveniente importante, pero con la ayuda de Juli y alguna de las herramientas del mecánico local, pudimos solucionar el problema cambiando las pastillas del lado izquierdo y limpiando bien los cilindros de la pinza derecha, permitiéndome llegar a mi destino, aunque con bastante retraso.