10 de Junio. Camino de Mostar

Como casi siempre, soy el último en salir del Ferry que llega a Split. Al final van a tener razón los que dicen que tardo en montar el equipaje.

El guardia de la frontera me ha dejado pasar a Croacia y a los 10 minutos ya la estaba liando: En el centro de Split me pido un café y para pagar no admiten euros, y no había cambiado moneda ni tampoco tenía intención de hacerlo porque solo iba a repostar y comprar cualquier cosa en alguna gasolinera pagando con tarjeta, así que le puse cra de ‘perrillo asustao’ y me invitó al café.

Cargado de energía, emprendo la ruta por la costa de Croacia. Preciosas vistas, con la carretera siempre al borde del mar adriático. Lástima que el tiempo no acompañase, pues me ha llovido durante todo el trayecto. En una gasolinera coincido con unos motoristas que van en sentido contrario al mío y los colegas se estaban desayunando un café y una cerveza, por aquello de lo que alimenta la cebada, ya se sabe.

Multitud de motos por todo el trayecto a pesar de la lluvia, pero el asfalto es bueno y no hay excusa para parar.

Al cruzar a Bosnia i Herzegobina, me dirijo al monasterio de Medugorje, donde conozco a Santiago, un argentino que me ha ofrecido su casa para cuando esté por buenos aires.

La bajada hasta a Mostar desde Medugorje es impresionante, solo por ese tramo, ya merece la pena todos los kilómetros de lluvia del día.

Mañana Montenegro y ya veremos si Albania también …