20 y 21 de Junio. Varna y entrada a Rumanía

Resumen breve de casi 3 días de viaje, lo más reseñable es que no hay incidencias, je.

Sin problemas para salir de Estambul por la autopista, incluso pasando por debajo de los arcos de los peajes, esta vez no saltaron las alarmas, pero no me pregunteis por qué.

Entrada a Bulgaria y ya unos kms antes había cambiado completamente el paisaje, bosques frondosos y cerrados, pero elijo una carretera secundaria y el asfalto casi desaparce.

Al día siguiente, Ruta por la costa del Mar Negro y observo que en la carretera principal hay carteles de ‘viñeta’, es decir, a pagar por circular (sin llegar a ser un peaje) así que intento salirme de esa vía pero la cosa se complica porque las carrteras se convierten en agujeros. Así que vuelvo a la carretera principal y en una gasolinera pido la ‘viñeta’, me miran con cara rara y me dice que las motos ‘No viñet’.

Muchos pueblos por toda la costa y multitud de veraneantes en todos ellos. En uno cualquiera paro y mientras me estaba comiendo una lata de albóndigas oteando el mar en un parque,  en el banco de al lado que estaba al sol, se ha sentado el jardinero.  Le he dicho que se sentara junto a mí, que tenía sombra. No hablaba una papa de inglés, ni yo de Búlgaro, pero nos hemos hecho colegas y hemos echado unas risas mientras intetábamos hacernos entender.

Bonita y animada ciudad la de Varna y agradecer a Dani por hacer de anfitrión.

Mucho tráfico en la frontera entre Bulgaria y Rumanía por Pyce que con el intenso calor se ha convertido en un suplicio, menos mal que a las motos les dan paso y apenas me han parado en las ventanillas. Otro cruce de puente pasando de un país a otro, en este caso sobre el Danubio.

Descasando ya en las afueras de Bucarest con ganas de que llegue mañana para ver el Castillo de Drácula y rodar por la mítica Transfalgarasa.