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Carretera De La Muerte – La Paz – BOLIVIA (22 Nov 2017)

Carretera de la Muerte – La Paz – BOLIVIA (22 nov 2017)

El cruce de frontera es bastante sencillo, aunque debido a la cantidad de gente que había haciéndolo a pie, me demoré las ya habituales 2 horas que tardo de media en las fronteras. En la aduana pregunto si es obligatorio circular con seguro para el vehículo, a lo que el agente me responde que no, espero no tenga problemas después con algún policía ‘despistado’.

Mi primera parada es en Tiwanako, otras ruinas incas de las que me había hablado muy bien mi amigo Álvaro, en Cusco, pero el precio y el tiempo hacen que desista y solo consigo fotografiar desde lejos otra puerta mágica, la de ‘la Luna’.

La entrada a la Paz es como todas la de las grandes ciudades: atascos, tráfico infernal, pitos y más pitos, aderezado con calles muy empinadas y estrechas, debiendo tener mucho cuidad pues cada ciudad tiene sus propias normas no escritas de conducción.

Relativamente cerca de la ciudad, a unos 50 kms, se encuentra la famosa ‘Carretera de la Muerte’, muy estrecha y con unos precipicios de infarto, siendo dicha ruta mi principal motivación para visitar La Paz. La carretera ya no alberga el tráfico intenso de hace años, pues han construido una mucho más nueva al otro lado del valle, así que se ha convertido en una atracción turística, cobrando un peaje por entrar en ella. Decido hacerla desde Coriaco, en sentido ascendente, porque dadas las condiciones climatológicas de lluvia y niebla es la mejor opción para la moto pues el terreno estaba bastante resbaladizo para hacerla de bajada. Imagino que con tráfico abierto debía ser muy peligrosa por lo angosto de su recorrido, pero ahora lo realmente peligroso es la cantidad de ciclistas que bajan a toda pastilla, no respetando la circulación por la izquierda, obligatoria en esta carretera.

Bolivia añade un punto de dificultad a la ruta pues no es sencillo encontrar gasolineras que vendan combustible a extranjeros, imagino que es porque para los locales el precio es un tercio, debiendo rellenar un formulario para los extranjeros, preferiendo decir que no tienen, como me ha ocurrido esta mañana.

En otra logré llenar el tanque tras rogarle un par de veces pero a un precio intermedio y sin rellenar ningún documento, imagino que la diferencia irá a su bolsillo. Y a la vuelta de la ruta de la mañana regresé a la misma gasolinera y me dirigí a la misma persona, haciéndome señas para que me fuera pues me dijo que no me podría vender porque su jefe estaba por allí.

Así que tras visitar varias gasolineras, encontré una que sí estaba dispuesta a venderme combustible pero a un precio de 6,73 bolivianos, le regateé hasta 6 y a la hora de cobrar me cobró el litro a 5 … en fin, cosas que pasan por estos lares.

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