Despedida de Ricardo – 19 de Agosto de 2016
Algo más de dos semanas han pasado desde que nos conocimos físicamente en aquel Guest House de Ulaan Baatar. Desde el primer momento hubo buen feeling y a pesar de que no te gustaba viajar acompañado, decidimos hacer juntos los 4.000 kms que nos quedaban hasta Vladivostok.
16 días pueden parecer pocos días, pero cuando se viaja en moto con alguien, no sólo cuentan las horas en las que estás bajado de la moto, sino que cada kilómetro que se avanza, cada frenada, cada curva, cada tramo de obras, cada cambio de carril en las grandes ciudades, cada parada para comer, beber, echar fotos, preguntar, mear, … cada momento de grabarnos mutuamente mientras rodamos, cada vez que te veía reírte por el espejo retrovisor mientras escuchabas tus podscast de Buenafuente, … todos esos momentos y muchos más, influyen en la convivencia de los motoristas.
Compartir habitación, elegir el Café para comer cada día, pedir la comida en ruso, reírnos de todo (menudas risas hemos echado), conversaciones trascendentales y otras más vanales, …
Gracias por enseñarme un poquito de ruso para que no sea tan difícil moverse por Siberia, por buscar cada noche el contacto para alojarnos en Clubes y en casas de particulares, por echarme un cable cuando la conversación en inglés se ponía difícil, por tus 2 cafés mañaneros, por el aparato para los mosquitos que nos permitía dormir un poco cada noche, …
En fin, toda esta parrafada para decirte que te echo de menos en la ruta y que iría contigo al fin del mundo, cosa que casi hemos hecho, je.
Un fuerte abrazo, amigo!!!!
Nota: Si quieres agradecer a Ricardo lo bien que se ha portado conmigo, visita su página y, si te interesa, puedes comprar su libro donde explica las vicisitudes que pasó durante el Mongol Rally, hace ahora 5 años.
