RANCHO PARAISO DE AYOTOXCO
Cuando a uno le hablan de un rancho en México, se lo imagina muy árido, pero cual fue mi sorpresa al llegar a éste en Ayotoxco y encontrarme ese vergel. Ya desde muchos kms antes, las montañas se llenan de abundante vegetación pudiendo observar los primeros atisbos de selva en mi viaje, pero una vez que enfilo mi camino hacia ‘el Paraíso’ que así se llama este enorme Rancho, todo se torna en intenso verde y frondosidad.
Hace muchos años el rancho estuvo dedicado casi exclusivamente a la obtención de leche, proceso que aún se mantiene y que muy amablemente me explican, mostrándome como realizan el ordeño de las vacas. Pero la actual actividad principal se ha reconvertido a la hostelería, ya que alquilan preciosas cabañas a la orilla del río donde disfrutar del que ofrece la noche sentado en el porche trasero mientras observas las luciérnagas. Hacía años que no veía estos magníficos insectos y me recordó a la etapa de mi niñez cuando podía encontrarlas fácilmente en las afueras del pueblo.
Por la mañana, la bruma se va despejando poco a poco permitiendo disfrutar del sol brillando en un intenso cielo azul, mientras el cantar de las aves selváticas es el único sonido que se escucha en muchos kms a la redonda, bueno y algún que otro mugido de las vacas que pacen tranquilas en el verde prado.
Aunque da pereza separarse de la hamaca situada junto a la piscina, aprovecho el día para visitar una cascada cercana a la que se puede acceder descendiendo por una cuerda para luego continuar bajando por una pronunciada pendiente, pero la recompensa de sentir la fuerza del agua cayendo desde esa altura y sentir como las gotas de del agua salpicada impregnan todo el ambiente, hace que merezca la pena el esfuerzo de llegar hasta allí.