Antofagasta – CHILE (27 nov 2017)
El principal motivo de llegar hasta a Antofagasta era visitar la famosa ‘Mano del desierto’ que tantas y tantas veces había visto en fotos, pero por el camino, más de 200 kms desde Calama, me encontré con muchas sorpresas, como por ejemplo, el inmenso pero bello desierto que hay que atravesar y que ocupa todo el norte de Chile, o cruzar el Trópico de Capricornio, una línea imaginaria más que añadir a mi mochila, o descubrir la Portada de Antofagasta, un arco de piedra formado naturalmente en la costa por la erosión sobre rocas volcánicas y sedimentarias, pero, sin duda, lo mejor fue conocer a Pina y Sol, la fenomenal pareja que me acogió en su casa por un par de días.
Cuando mi colega Pi, de Murcia, se enteró que iba a Antofagasta, me dijo que tenía un amigo allí, ‘el Pina’ y en seguida que le contacté, me ofreció su casa. Además de beberme sus cervezas y comerme su comida, incluida una rica tortilla de patatas que preparó, me ayudó a buscar por toda la ciudad un seguro de moto para poder entrar en Argentina de manera legal, pero a pesar de recorrer todas las compañías aseguradoras de la población, fue imposible conseguir que aseguraran una moto con patente extranjera para circular por Argentina.