Carretera Austral – CHILE (14 dic 2017)
Es hora de cruzar la frontera a Chile para iniciar nuestra ruta al Sur por la famosa Carretera Austral, pero la lluvia y el viento hacen acto de aparición al cruzar los Andes. Justo cuando estábamos en tierra de nadie, a una altura considerable y donde la abundante nieve en la cuneta nos recuerda que el frío se está haciendo intenso, es momento de encender los puños calefectables, que llevan sin funcionar desde los EEUU.
Tras la revisión intensiva de nuestro equipaje en la frontera chilena, al llegar a la población de Interlagos el sol comenzó a brillar y no nos abandonó, ni siquiera en el desvío obligado por camino de tierra debido a un accidente, hasta llegar a Puerto Montt, donde nos esperaba Freddy para acompañarnos a comprar neumáticos y así afrontar con tranquilidad los muchos kms de ripio que nos faltan hasta Ushuaia, pues nos habían advertido que sería difícil encontrarlos después de aquí y también que el precio en Chile era más barato que Argentina, aunque finalmente nos salieron al mismo precio.
Freddy también nos consiguió alojamiento en local de Luis Toro, con quien cenamos unas pizzas y compartimos una buena charla para afrontar al día siguiente la ruta. Muchas gracias por vuestra hospitalidad.
Ahora sé por qué es tan famosa esta carretera, y es que el frío, la lluvia, el viento, la nieve, unido al ripio y las eternas obras en la carretera, hacen que avanzar no sea tan fácil como esperábamos. En uno de los diversos ferrys que hay que tomar para cruzar de un fiordo a otro observamos que el resto de la gente se empieza a poner un tanto nerviosa, todos enganchados, aún más, a sus teléfonos móviles, y es que nos contaron que 50 kms más adelante ha ocurrido un deslave de tierra, quedando toda la carretera cortada.
El alud fue más grave de lo que nos pensábamos, pues sepultó a un pueblo completo, con más de 15 muertos y en el que posiblemente hubiésemos pernoctado si no hubiéramos perdido un ferry el día anterior. Así que estuvimos 3 días varados en la población anterior, Chaitén, a la espera de que un ferry nos hiciera de ‘By Pass’, vía Isla Chiloé, pues la otra alternativa era volver muuuuuchos kms atrás y regresar a Bariloche, Argentina.