CHETUMAL (2 junio 2017)
Aún me quedan algunas megas de datos en México y uno de los mensajes que recibo es para infórmame que mañana comienza un evento de motos en Chetumal, que curiosamente es mi siguiente destino, así que recojo la tienda, no sin algún problema debido al intenso viento que hay siempre en esta zona, y llego pronto a Chetumal para buscar alojamiento.
Tras recorrer varios hostels recomendados, decido quedarme en el que era mi última opción ya que a pesar de que no hay garaje para la moto, en la puerta hay varias aparcadas y el dueño me asegura que toda la noche están vigiladas. Tiene una pequeña piscina y el calor es asfixiante, así que no busco más.
Allí conozco a Charly y Hugo, 2 motoristas de Cancún que también han venido al evento, así que enseguida hicimos buenas migas y ya no nos separamos en todo el fin de semana.
El viernes, tras un bocata en la baguettería donde se iniciaba la concentración y las fotos de rigor en las letras de colores de Chetumal, la fiesta continuaba en ‘Las Primas’, un ‘table’ donde se alarga la jarana, incluso me sacan a bailar … no, si al final voy a aprender a bailar cumbia y todo, jejeje
El sábado el evento continuaba en un camping a la orilla de la laguna de los siete colores, en Bacalar, idílico lugar donde pasar un buen día conversando con numerosos bikers y conociendo a Martín, un argentino rastafari que viaja con su moto (La Leona) desde hace más de 3 años, así como otros tres argentinos que también viajan juntos, uno en su moto y la pareja en camioneta.
La anécdota del día, además de ver la final de la Champions a mediodía, fue cuando me di cuenta que me había dejado la tarjeta en el cajero automático de enfrente del hostel. Mis amigos llamaron a recepción para que fueran a buscarla pero no lograron encontrarla, así que me fui rápido a la sucursal, (que abre los sábados, pero que no se enteren en España), y al preguntar por la tarjeta me indican que alguien se la habrá llevado porque ese cajero no retiene las tarjetas. Insisto un poco más y aparece en la conversación otro empleado que me dice que va a comprobarlo al cajero … 30 minutos de incertidumbre mientras el empleado permanece dentro, hasta que finalmente sale con mi tarjeta en la mano, aclarándome que no es el procedimiento correcto pero que dada mi situación, ha hecho una excepción. ¡Muy agradecido!
El domingo, el rally continúa hasta Mahahual, pero como ya la conozco, decido volverme a Chetumal para descansar antes de cruzar la frontera a Belice y, tras más de 4 meses aquí, despedirme de este gran país. ¡VIVA MÉXICO, CABRONES!