PUERTO VALLARTA (26 Feb 2017)
He dejado la moto en Guadalajara por unos días en casa de Horacio y ahora viajo con Pau y Octavio en su coche para así disfrutar de nuestro ‘Road Trip’ particular todos juntos.
Alternamos carreteras secundarias con autopistas y también nos intercambiamos al volante para no cansarnos demasiado y así poder disfrutar de las hermosas vistas que ofrece esta parte de México. Cuando nos gusta un paisaje, nos detenemos para apreciarlo; si es una playa, nos tumbamos a descansar; y si es un pueblito con encanto, nos quedamos a dormir para disfrutar de sus calles y sus gentes, es decir, tratamos de pasarlo bien y reírnos en cada circunstancia, como cuando estuvimos parados en la autopista más de una hora debido al corte de la carretera por una protesta de trabajadores reivindicando mejores condiciones en jornada laboral, la gente en lugar de enfadarse, se baja de los coches y comienza a convivir con el vecino que le ha ‘tocado’ al lado, ofreciendo la comida y bebida que cada uno tiene.
Y entre risas, kms, hostalitos y alguna que otra ‘chela’ llegamos a Puerto Vallarta, ciudad muy turística del Pacífico mexicano donde numerosos estadounidenses y canadienses disfrutan del espectacular clima que durante todo el año ofrece esta zona. Toda la ciudad gira en torno al turismo, pudiendo encontrar una amplia oferta hotelera apta para todos los bolsillos, y aunque nos costó, pues llegamos tarde y ya era fin de semana, finalmente encontramos un hotelito adaptado a nuestra economía, por lo que decidimos prolongar nuestra estancia unos cuantos días para poder disfrutar de los paseos por su precioso y encantador malecón con sus obras de arte, degustar fresco marisco en restaurantes a pie de playa y bailar en diferentes garitos que abren sus puertas en la noche.